Educación financiera y el reto de evitar desconocimientos que nos pasen factura

Educación financiera para evitar desconocimientos

¿Sabías que carecer de una sólida educación financiera tiene un elevado coste personal?

Tal y como muestra el estudio estadounidense “Wealth, Financial Literacy and Schooling”, elaborado por el instituto TIAA-CREF, las personas que tienen menos conocimientos financieros tienden a acumular menos riqueza y a asumir unos niveles más elevados de deuda, son menos propensas a invertir y suelen desconocer los términos de sus hipotecas u otros préstamos. Por el contrario, las personas con un alto grado de educación financiera son más dadas a contratar planes para la jubilación. Y quienes llevaron a cabo una planificación tras su vida laboral poseen más del doble de ingresos que aquellas personas que no supieron gestionar correctamente sus recursos.

En este estudio se incluían varias preguntas cuyo porcentaje de respuestas correctas fue inferior al 50%. Además, aquellas cuestiones que arrojaron un menor porcentaje de acierto estaban relacionadas con el cálculo de los intereses y el efecto de la inflación sobre los ahorros. ¡Unos resultados muy reveladores!

 

Educación financiera: la asignatura pendiente de los jóvenes

Por otra parte, el informe PISA 2012 incluía una evaluación de la competencia financiera de los estudiantes (fue el primer estudio internacional de este tipo). En él participaron unos 29.000 estudiantes de 18 países de la OCDE, en representación de unos nueve millones de jóvenes de 15 años. Los resultados indicaron que tan solo uno de cada diez estudiantes alcanza el máximo nivel de competencia financiera.

“Las personas que tienen menos conocimientos financieros tienden a acumular menos riqueza”
Es decir, pueden resolver problemas financieros no rutinarios, como calcular el saldo de un extracto bancario teniendo en cuenta factores como las comisiones de transferencia. Por otro lado, el 15%, como mucho, es capaz de tomar decisiones sencillas sobre los gastos cotidianos y reconocer el propósito de documentos financieros sencillos, tales como una factura. Con ello podemos hacernos una idea del panorama de nuestra próxima generación…

 

Los cambios en la economía que cambian nuestras necesidades

Es especialmente relevante la educación financiera, debido a los grandes cambios que estamos viviendo en los últimos años. En el siglo xx, el dinero en efectivo fue el protagonista mayoritario de nuestras compras. Hoy en día, sin embargo, el efectivo se utiliza cada vez menos y la manera de comprar ha cambiado: por ejemplo, la compra online es la mejor opción para muchas personas. Asimismo, existen otros factores que suponen un reto para el futuro: el incremento de la renta per cápita, acompañado de un mayor volumen de ahorro; el nivel de endeudamiento creciente durante las últimas décadas y, sobre todo, en los años previos a la actual crisis; el aumento de la esperanza de vida y, más recientemente, la elevada inestabilidad del mercado laboral.

Durante los últimos 20 años, los mercados financieros también han ido aumentando su nivel de complejidad y los inversores tienen una extensa variedad de productos financieros. El abanico de posibilidades ha dejado de ser básico y ahora se incorporan una gran variedad de productos financieros, tanto para ahorrar como para conseguir crédito.

 

Retos para el futuro

En la actualidad, el reto es incluso mayor para los ahorradores. En el mercado de bonos, tradicional para los perfiles con aversión al riesgo, estamos viendo cómo varios títulos de deuda están cotizando con rentabilidad negativa. Por ejemplo, los títulos de la deuda pública alemana hasta ocho años están cotizando con una TIR inferior a cero. En el caso de España, los títulos de deuda pública a dos años cotizan con rentabilidad negativa y el bono español a diez años ofrece apenas un 1,60%. 

“Las personas con alto grado de educación financiera poseen más del doble de ingresos que las que no supieron gestionar correctamente sus recursos”

Dada la necesidad de reforzar la educación financiera en nuestro país, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) asumieron ya en 2008 la responsabilidad de impulsar el primer proyecto de educación financiera con vocación generalista en nuestro país, al que, con posterioridad, se sumaron otros organismos. Con fecha de 4 de junio de 2013, la CNMV y el Banco de España renovaron el Plan de Educación Financiera, extendiendo sus actividades hasta 2017. Actualmente se está trabajando en el objetivo de introducir la educación financiera en el sistema educativo de forma sistemática, como con el proyecto Tus Finanzas tu Futuro, promovido por la Asociación Española de Banca.

Este plan pretende diseñar una estrategia sostenida de presencia social que promueva el conocimiento por parte del público y contribuya a que las familias y los individuos ajusten sus decisiones de inversión y de consumo de productos financieros a su perfil de riesgo, sus necesidades y sus expectativas. Para lograr estas metas se puso en marcha el portal “finanzas para todos”, el cual ha pasado a convertirse en el referente español por excelencia sobre el tema.

Somos conscientes tanto de los futuros retos que supone tanto la planificación financiera en el largo plazo como las dificultades financieras que nuestros clientes pueden encontrarse en su día a día. Nadie nace aprendido ni con un manual sobre “cómo gestionar tus ahorros” bajo el brazo y formarse a uno mismo es muy complicado, tanto por la complejidad del tema como por la falta de tiempo. Por ello, en Banco Mediolanum creemos que todo ahorrador necesita a un experto del mundo de las finanzas, del ahorro y la inversión al lado: un asesor financiero, al que en Banco Mediolanum llamamos Family Banker, el experto que nos ayuda a tomar las decisiones financieras correctas para lograr nuestros objetivos. ¡En la personalización ofrecemos la diferencia!