Invertir en renta fija: ¿es 100% seguro?

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Los ahorradores con perfil conservador han confiado siempre en la rentabilidad y la estabilidad que aporta la inversión en renta fija. Sin embargo, al igual que toda inversión, la renta fija también tiene sus riesgos, como, por ejemplo, el de mercado, el de emisor o el de tipo de interés. Por eso es importante conocer sus características, especialmente ahora que hemos visto que la renta fija vive una época de volatilidad e incluso de rentabilidades negativas.

Desde Banco Mediolanum queremos ayudarte a conocer toda la información de interés antes de que tomes cualquier decisión financiera. Para ello, ponemos a tu disposición el siguiente vídeo con el que podrás saber qué beneficios y riesgos reales conlleva la inversión en renta fija.

¿Qué es la renta fija?

 

Vamos a comenzar por el principio, explicando qué es la renta fija. Lo que caracteriza a la renta fija de forma ineludible es que es posible conocer su rentabilidad de antemano. Invertir en renta fija es invertir en bonos.

Cada activo de una renta fija es una parte de una deuda, por la cual el emisor paga unos intereses. Los ingresos que se generan de la renta fija son los intereses, cuya periodicidad, caducidad y forma de pago son conocidos de antemano.

“Mira este vídeo para saber qué beneficios y riesgos reales conlleva la inversión en renta fija”

Lo que ocurre es que el propio nombre de “renta fija” suscita confusión, ya que genera la falsa idea de que son inversiones “fijas”, o con rentabilidad asegurada. Desgraciadamente esto no es así. El nombre de “renta fija” hace referencia al tipo de interés, que sí es fijo (conocidos de antemano, como ya decíamos arriba). 

¿Cuál es la diferencia entre renta fija y renta variable?

La renta fija y la renta variable tienen ambas ciertos puntos que las hacen ciertamente muy distintas.

La renta variable hace referencia a las acciones, cuyos dividendos son totalmente variables en función del beneficio que la empresa reparte entre sus accionistas. De ahí viene la palabra “variable” de la renta variable.

En contraposición tenemos a los bonos, que como ya explicamos anteriormente son renta fija porque sus intereses son fijos, siempre los mismos.

¿Cómo funciona el mercado de bonos?

En realidad el funcionamiento del mercado de bonos, o de renta fija, es muy sencillo. Pongamos un ejemplo para explicarlo de forma fácil y directa: Hay una persona A que necesita dinero para lograr financiarse y cuadrar sus números (la empresa, por ejemplo) y otra persona B que tiene el dinero y desea sacarle rentabilidad, no tenerlo parado.

Mientras que a la persona B le paguen unos intereses que considere atractivos, estará dispuesto a prestar su dinero asumiendo el perfil de riesgo de la persona A (la empresa).

Un apunte a modo de aclaración: esa persona A, que en nuestro ejemplo era la empresa, no solamente puede ser empresa. En realidad pueden emitir bonos también los Estados, regiones, instituciones, etc.

El riesgo de la renta fija

Pero ¿qué ocurre con el precio de las acciones o de los bonos? Que ambos oscilan y pueden subir, o bajar.

Para verlo con un ejemplo: imaginemos que la empresa X paga trimestralmente un 10% de intereses de renta fija. En el momento que yo necesite vender esos bonos tengo que acudir primero al mercado e informarme de cuánto me dan por ellos, ya que como decíamos, el precio de los bonos es oscilante. 

Puede ocurrir, entonces, que el mercado solo me ofrezca 100 euros por mis bonos, cuando yo quizás los compré a 160 euros, y aunque siga recibiendo el mismo tipo de interés por ellos (en nuestro ejemplo, el 10%).

¿Cuál es el mayor temor de los inversores de renta fija? Sin duda, que la empresa a la que hemos comprado la deuda nos diga que no ha conseguido cuadrar sus números y que no puede devolvernos todo el dinero, sino tan sólo una parte del mismo.

Por resumir los tipos de riesgo que lleva circunscrita la renta fija, vamos a dividirlos en tres tipos:

  • Riesgo de mercado: la posibilidad de que los valores estén cotizando en el mercado a unos precios por debajo del que en un principio se pagaron por ellos.
  • Riesgo de liquidez: el pico de iliquidez que se daría en caso de que la oferta de los productos de renta fija sea más alta que la demanda, lo que implicaría la caída del precio de los bonos. No obstante, este pico de iliquidez es bastante improbable, ya que el mercado de renta fija es muy grande y variado.
  • Riesgo de crédito: el riesgo que asume el inversor en caso de que se produzca una falta de cobro de los intereses o del principal (llamamos principal al dinero que pusimos al principio cuando contratamos la cartera de renta fija).