Edurne Pasaban necesita poca presentación para los amantes de la alta montaña e incluso para toda una generación que se enganchó al programa de televisión Al filo de lo imposible. Para quien no la conozca, la alpinista vasca fue la primera mujer en coronar los 14 ochomiles, las montañas más altas del planeta.
De esa experiencia habla en sus charlas como conferenciante, actividad que compagina con puestos de responsabilidad en distintas empresas. Banco Mediolanum tuvo la oportunidad de invitarla dentro de un marco para sensibilizar y concienciar sobre los sesgos inconscientes que puedan influir en el desarrollo profesional de las mujeres. Y Pasaban es un referente de superación.
La guipuzcoana relató su experiencia que le llevó a abrirse camino en un mundo masculino, sí, pero sobre todo en el que buscó y supo rodearse de “buenas personas” para alcanzar su gran objetivo. “Yo tengo una cosa clara, yo era la única mujer, pero sin todos vosotros no hubiera podido subir los 14 ochomiles ―aseguró―. La igualdad, no solo es cosa de todos nosotras, sino de todos. En la montaña me lo han demostrado así”, remató Pasaban.
Una mochila llena de ingredientes
Edurne Pasaban viajó hacia todas esas cumbres cargada de valores en su mochila. Para empezar, el de la ambición, “sin la que no hubiera conseguido coronar los 14 ochomiles y sin la que tampoco hubierais llegado vosotras hasta aquí”. El afán de superación como ingrediente que le ha guiado siempre y le llevó a participar en 26 expediciones antes de alcanzar las 14 cumbres. Mantuvo el hambre de éxito como valor “dirigido a todos, pero sobre todo a vosotras: tenéis que creer que podéis llegar adonde os propongáis”. Cuenta Pasaban las veces que lo intentó y fracasó, pero su pasión le acompañó desde que inició su idilio con la montaña a los 14 años, cuando se apuntó con unas amigas a un club de montaña, “más interesadas en el monitor que daba el curso de escalada”.
Tras estudiar Ingeniería e iniciar su vida laboral con su padre empezó su conquista por las altas cumbres: su propósito de vida. “Cuando tengas que elegir entre dos caminos —asegura— escoge el camino del corazón”. Y así fue como prosiguió con sus expediciones, con su participación en el programa de televisión Al filo de lo imposible y tomando las riendas de su vida ejerciendo “el rol de protagonista”. Sin duda, supo superar malos momentos, “pedir ayuda” tras caer en una depresión y continuar siempre hacia adelante.
Hoy, Edurne Pasaban, pasea esa mochila que le llevó a escribir la historia del alpinismo mundial y, sobre todo, sigue inspirando a otros a “encontrar la motivación” de “las pequeñas cosas” que a ella le permitieron conquistar el cielo sin dejar de tener los pies en el suelo.