¡Se acabó el verano! Con el fin de la época estival empieza una nueva etapa que debemos afrontar con energía: la vuelta al cole. Tras el merecido descanso llega el momento de apretarse el cinturón y de prepararse para los gastos inherentes que trae septiembre, porque, no nos engañemos, se trata de uno de los meses más complicados del año para mantener a flote la economía familiar.
El coste de la vuelta al cole
Aunque no nos guste y nos provoque la llamada “depresión postvacacional”, no podemos retrasar más el momento de hacer cuentas. Por un lado, este mes debemos afrontar el desembolso del dineral de los libros de texto de nuestros hijos, de la ropa nueva que llevarán a clase o de las matrículas en actividades extraescolares.
“Es el momento de que tus pequeños tomen conciencia de la importancia del ahorro, ¡descubre cómo!”Por otro lado, habrá que pagar todos aquellos gastos que aún arrastramos tras las vacaciones, así como el coste de volver a la rutina del trabajo (transporte, comida fuera de la oficina, la matrícula del gimnasio…), sumado a las facturas corrientes que ahora nos será más dificultoso abonar, dado que nuestra liquidez se habrá mermado mientras descansábamos en la playa o nos dábamos algún que otro caprichito gastronómico en agosto.
Llegados a este punto, la planificación financiera es imprescindible, para ti y para tus hijos. Ya empieza a ser el momento de que ellos también tomen conciencia de la importancia del ahorro…
Toma de contacto con el ahorro
Comienza el año escolar y, con él, llega un nuevo curso en el que los niños aprenderán muchos conceptos. Sin embargo, la educación financiera en nuestro país no goza de buena salud, por lo que es crucial que nosotros, como padres, complementemos esos vacíos y ampliemos sus conocimientos básicos en el manejo de la economía personal, tan importante para su porvenir.
¿Y cómo podemos conseguir que nuestros hijos reciban sus primeras nociones sobre el valor del dinero y tomen contacto con la necesidad de ahorrar? Abriéndoles una cuenta infantil, como “Mi propia cuenta”, de Banco Mediolanum. A través de ella, los más peques de la casa lograrán conocer los conceptos básicos de las finanzas personales, como los beneficios de ser paciente con el dinero que vayan obteniendo a través de la paga o regalos en metálico, y se familiarizarán paulatinamente con el hábito de apartar, cada mes, una fracción de su asignación, para que esta pueda generar intereses a largo plazo.
“Con “Mi propia cuenta” tus hijos comprobarán cómo sus ahorros crecen euro a euro”
Porque todos los niños serán, algún día, adultos, con “Mi propia cuenta” comprobarán cómo sus ahorros crecen, euro a euro, hasta la mayoría de edad. De esta forma, con una cuenta de ahorro a su medida y con el tiempo, tus hijos serán capaces de costearse ellos solos esas zapatillas que tanto le gustan, ese viaje de estudios en el extranjero o la futura matrícula universitaria que decidirá su futuro.
Comienza, de la mano de tu hijo, el camino que le convertirá en un sabio ahorrador del mañana. ¡No hay tiempo que perder!
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