Tras diecisiete años en la banca tradicional, Santiago Gandarias dio el salto hace un par de años como asesor financiero a Banco Mediolanum, donde dice sentirse “feliz y apasionado” desarrollando “la profesión más bonita del sector bancario”.
Asesoramiento financiero personalizado: un plus añadido
“Me gusta la filosofía” que tiene el banco acerca del trato a los clientes”, dice Gandarias del modelo de asesoramiento financiero personalizado de la entidad, que le ofrece “la libertad para poder decirle al cliente lo que realmente necesita”. En los primeros tres meses en la entidad se dio cuenta de “que puedo dedicar todo el tiempo a mis clientes”. “Una de las cosas que más me enamoró —apunta— son las estrategias que utilizamos” más allá de las campañas de productos. “Aquí no hay ninguna”.
Dueño de su tiempo
“Yo gestionaba un grupo familiar en banca privada y lo hice durante siete años”. Ahora, como Family Banker, “soy yo quien decido mi tiempo”. A pesar de dedicarle muchos fines de semana, “muchos días puedo llevar los niños al colegio, algo que antes no podía hacer”, dice con satisfacción. “Puedo dedicarle un día entero a un cliente si lo necesita”.
Miedos disipados: razones para convertirse en Family Banker
Confiesa haberse enfrentado a los “miedos típicos” de pasar a ser un profesional autónomo, algo que vio “como una oportunidad sin límites” dentro del sector. Tanto es así que “mi propia familia dice que vuelvo a tener el brillo en los ojos; vuelvo a estar apasionado con mi profesión”.
Santiago Gandarias anima a emprender porque “hay una banca diferente”. “¡No tengas miedo, lánzate! No es solo que haya agua, es que Banco Mediolanum es un océano.”