La banca privada es un servicio que los bancos ofrecen a patrimonios que requieren de un asesoramiento específico para su gestión y cuyo umbral patrimonial acostumbra a situarse a partir de los 300.000 y los 500.000 euros. Además del asesoramiento financiero, dentro de los servicios de banca privada se suelen ofrecer otros que aportan un gran valor añadido, como el acceso a una gama más amplia de fondos de inversión o el asesoramiento legal, fiscal y hasta familiar en ámbitos como, por ejemplo, la gestión de una herencia.
El despegue de la banca privada en España
En los últimos años, la banca privada en España ha crecido de manera muy importante, hasta el punto de que su volumen de patrimonio gestionado se sitúa, de acuerdo con el estudio de Banca Privada que elabora periódicamente El Economista, por encima de los 860.000 millones de euros. Este despegue tiene su explicación en diversos factores, unos de carácter estructural y otros centrados en la propia evolución de la industria financiera, entre los que cabe destacar:
- Desarrollo de la economía. En menos de dos décadas, se ha producido en España un incremento significativo en el número de individuos con un alto patrimonio neto. Según el informe ‘Global Wealth Report’, de UBS que analiza el patrimonio de los hogares (incluida la parte inmobiliaria), la riqueza media en el país ha aumentado más de un 12% desde 2008, con un patrimonio medio de 208.490 euros por adulto. Estas cifras sitúan a España en el puesto 22 del ranking mundial de riqueza media por adulto. En cuanto a los millonarios, que en la actualidad son un total de 1,18 millones de personas en España, se espera que, de cara a 2028, aumenten alrededor de un 10%.
- Innovación. Las entidades bancarias han ido desarrollando soluciones cada vez más sofisticadas para satisfacer las necesidades de sus clientes, en paralelo a las innovaciones que han traído consigo las nuevas tecnologías. De este modo se han podido, por ejemplo, formalizar carteras de inversión más personalizadas. Algunos de estos productos incluyen fondos de inversión personalizados o el desarrollo de productos financieros complejos para la gestión de los riesgos.
- Regulación. En los últimos años, una serie de importantes normativas financieras han impactado de lleno en el sector de la banca privada, contribuyendo de manera decisiva a su crecimiento. Solo en los 15 últimos años se han implementado legislaciones que fortalecen la solvencia y la transparencia de los activos. Probablemente, las dos más relevantes en este sentido han sido MiFID II y Basilea III, que han permitido mejorar la estructura del sector financiero, así como la calidad de los servicios ofrecidos en la banca privada.
- Globalización. La globalización financiera ha permitido a los clientes de banca privada diversificar sus inversiones a nivel internacional, abriendo oportunidades en activos fuera del territorio nacional. De hecho, esta globalización también ha servido para que nuevas entidades bancarias extranjeras hayan podido entrar a operar en el mercado español, incrementando la competencia en el sector y, con ello, la calidad en la oferta de servicio que se ofrece a los clientes de banca privada.
- Modelos híbridos. Una de las tendencias en auge en banca privada, principalmente entre los inversores más jóvenes, parece ser la del modelo híbrido, que combina el desarrollo de la tecnología con la cercanía y la confianza del asesoramiento humano. Una combinación que permite ofrecer servicios cada vez más personalizados y llegar a nuevos clientes que, hasta la fecha, podían no haberse sentido tentados de apostar por la banca privada.
Banco Mediolanum en banca privada
Dentro del segmento de banca privada, Banco Mediolanum ofrece a sus clientes de banca privada asesoramiento financiero especializado y soluciones de inversión que se adaptan a sus necesidades de manera personalizada. Prima el factor humano. Es decir, la atención permanente y cercana de un equipo de expertos que les guían en la toma de decisiones financieras clave, desde la planificación sucesoria hasta la gestión de inversiones a largo plazo.
Además, Banco Mediolanum también brinda otros servicios a sus clientes de banca privada, como, por ejemplo, la oferta de una amplia gama de productos de inversión, la optimización fiscal o un trabajo activo en la planificación sucesoria. Todo ello a través de una atención directa de sus banqueros privados expertos. El enfoque de la entidad es el de intentar gestionar el patrimonio de sus clientes de manera integral, proporcionando servicios y productos diseñados para maximizar la seguridad y la rentabilidad de su patrimonio en el largo plazo.
El futuro de la banca privada
De cara a los próximos años, la banca privada tiene motivos para afrontar el futuro con grandes dosis de optimismo. La digitalización continuará moldeando y mejorando la oferta de servicios, a lo que probablemente se unirá el avance de la inteligencia artificial. Todo ello, sin olvidar que la atención personal, directa y cercana a través de profesionales del asesoramiento continuará marcando la diferencia. De este modo, el panorama desde el punto de vista de las entidades bancarias se prevé más competitivo que nunca.
Además de los desafíos que se prevén bajo la óptica de la propia industria de la banca privada, también hay que tener en cuenta el potencial crecimiento de la demanda de sus servicios por parte de la sociedad española. En un entorno de creciente confianza por parte de los ahorradores e inversores en la banca privada, el aumento de la riqueza en el país o el progresivo envejecimiento de la población abren vías muy positivas para la gestión del patrimonio y para la planificación sucesoria, favoreciendo una transmisión ordenada de la riqueza a las siguientes generaciones.