
Ennio Doris, fundador de Mediolanum
15 de septiembre de 2008. El mundo financiero amanece con un terremoto: Lehman Brothers, el cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos, se declara en quiebra. Con más de 600.000 millones de dólares en pasivo, su caída desencadena una crisis global insólita: la crisis de Lehman Brothers.
En medio de ese caos, Mediolanum protegió a sus clientes en una decisión sin precedentes. Hoy, 17 años después, repasamos las lecciones que siguen marcando nuestra forma de hacer banca.
Lecciones de la crisis 2008 de Lehman Brothers que siguen vigentes
1. La confianza se gana con acciones, no con palabras
La quiebra afectaba a unos 10.000 clientes de Mediolanum titulares de productos que utilizaban bonos de Lehman Brothers como subyacente. En España, un total de 1.418 clientes.
Tres días después, Ennio Doris, el fundador de Mediolanum, anunció que el banco actuaría para proteger a sus clientes de la quiebra de la entidad norteamericana. Así, unas semanas después, la familia Doris y el grupo Fininvest aportaron 120 millones de euros de su patrimonio para que ningún cliente perdiera su inversión. Los bonos se sustituyeron por otros productos que aseguraban el 100 % de la inversión al vencimiento.
El resultado: miles de familias lograron la serenidad que necesitaban en un momento en el que el sistema financiero se tambaleaba.
2. El asesoramiento financiero es tu mejor brújula
La crisis evidenció que los mercados pueden ser un laberinto. En un escenario complejo, los Family Bankers se convirtieron en guías esenciales: explicando cada paso, aportando calma y acompañando a los clientes a tomar decisiones con perspectiva en momentos de máxima incertidumbre. Estuvieron al lado de cada cliente.
3. La importancia de los valores
La reacción de Mediolanum demuestra la fidelidad a nuestros valores y a nuestra manera de hacer las cosas. La operación de sustitución de bonos fue una decisión valiente, que protegió la inversión de más de 1.400 clientes en España y de otros miles en Europa, tras la aportación de 120 millones de euros de la familia Doris y Fininvest.
Fue la demostración de que, incluso en medio de la tormenta, es posible avanzar.
4. La planificación financiera: tu escudo frente a lo inesperado
Lehman Brothers no fue la última crisis. La pandemia de la COVID-19 volvió a poner a prueba la resiliencia de familias y empresas.
La gran lección: las crisis son cíclicas. La mejor defensa es una planificación financiera sólida con estrategias personalizadas, que permita anticipar escenarios, proteger lo esencial y aprovechar oportunidades en tiempos de crisis cuando otros ven solo incertidumbre. Siempre de la mano de una entidad sólida que aporta la máxima confianza, sobre todo en momentos difíciles.
5. Diversificar para proteger y crecer
Nunca hay que poner todos los huevos en la misma cesta. Se recomienda la diversificación de activos para tratar de minimizar riesgos y encontrar oportunidades incluso en los momentos más complicados. En Mediolanum, la estrategia de las 5D ha sido parte desde siempre del ADN, y la crisis de 2008 confirmó su valor.
Un modelo de banca basado en las personas
En definitiva, la respuesta de Mediolanum a la crisis de Lehman Brothers fue mucho más que una decisión financiera: fue un acto de coherencia, valentía y humanidad. En un momento de desconfianza generalizada, se tuvo clarísimo que lo más importante era proteger al cliente por encima de cualquier otra consideración.
17 años después, seguimos creyendo que la confianza no se promete, se demuestra. Y que el verdadero valor de un banco no se mide en cifras, sino en las decisiones que toma cuando más importa.
¿Y a ti? ¿Qué aprendizaje te dejó aquella crisis y la actuación de Banco Mediolanum?