Elsa Punset inaugura la gira Motivadores Tour

Elsa Punset inagura la gira Motivadores Tour

Raquel e Isabel son clientas de Banco Mediolanum. Su Family Banker® les dijo que Elsa Punset daba una conferencia en el Teatro Apolo de Barcelona el día 22 de noviembre y no dudaron en asistir. “¡Esperamos salir llenas de inspiración!”, confiesan. Este es uno de los testimonios de las más de 800 personas que llenaron las butacas del primer teatro que acogió la gira Motivadores Tour, una iniciativa abierta a todo el mundo y que arranca en Barcelona con una estrella mediática. Casi al lado de Raquel e Isabel se sientan otros clientes del banco: Silvio, especialista en informática médica, y Marta, técnico en prevención de riesgos laborales, que esperan encontrar “motivación para motivar” a sus equipos.

 

 

Elsa Punset sale a escena

“Más de 800 personas llenaron el Teatro Apolo que acogió el primer evento de la gira Motivadores Tour”
Se apagan las luces y se crea la magia. La locución y una música espectacular hacen el resto. El vídeo de presentación anticipa lo que está a punto de suceder… Elsa Punset aparece en el escenario como una estrella, curiosamente el mismo día que actúa Justin Bieber en el Palau Sant Jordi. La escritora y filósofa utiliza la cadencia de su voz armoniosa y, sobre todo, su gran sentido del humor para buscar la complicidad del público. “¿Cómo os llamáis? ¡Vamos, todos a la vez!” La divertida mezcla de nombres y las risas del personal consiguen el primer objetivo: romper el hielo.

 

Evaluando nuestra inteligencia

Punset hila su discurso con referentes de peso en el mundo del coaching, como el profesor universitario y rey de las Ted Talks, el británico Ken Robinson, de quien coge prestada la siguiente pregunta: “¿Cómo sois de inteligentes? —interpela—. ¿Quién se considera un 10?”. Una persona levanta el brazo segura. “Bien, mejor que no siga escuchando —dice jocosa—. No aprenderá mucho de esta conferencia.”

 

¿Puedo dominar mi temperamento?

Elsa Punset propone, a los allí presentes, una prueba. “Cerrad los ojos y estirad los brazos hacia delante —anima—. Imaginad que unos globos impulsan vuestra mano derecha hacia arriba y en la izquierda notáis el peso de unos libros.” La platea sigue el juego. Al cabo de unos segundos… “Ya os conozco mejor, os he visto —dice—. Los que tenían los brazos a la misma altura tenéis un temperamento racional, desconfiado, os cuesta dejaros llevar… —Y sigue—: Los que separaban las manos son personas sencillas, imaginativas, se dejan influir. —Y el colofón—: Y los que parecía que estiraban los brazos como si fueran a volar tienen un punto de… esquizofrenia.” Risas. “Por cierto, ¿alguien ha visto este perro subido a un bambú? —dice señalando la fotografía que aparece en pantalla—. Lo han visto los desconfiados que han abierto los ojos”, aclara con una sonrisa pícara. Una vez más, el público se muestra entregado.

 

¿Soy bueno fracasando?

“Elsa Punset en Motivadores Tour: inteligencia emocional, autocontrol, poses poderosas y cómo la felicidad pasa por estar bien rodeado”
Mientras el auditorio da vueltas a la pregunta, Punset proyecta algunas de las ideas del sorprendente “museo de los inventos fracasados”, como el stick de mantequilla al estilo de las barras de pegamento para papel… “¿Os acordáis de Clippy, el ayudante del Office? —añade, divertida—. ¿Alguien conoce el despertador con ruedas? —Risas—. Corría por la habitación y te obligaba a levantarte de la cama para apagarlo…” Más risas. La moraleja de todo esto es que “el fracaso es normal, pero nos cuesta aceptarlo”. Conseguirlo forma parte de lo que la doctora en psicología Carol Dweck llama “la mentalidad del crecimiento”. “Hay que pedir ayuda. Saber que fracasar nos ayuda a mejorar.”

 

La gestión del autocontrol

Un vídeo con niños siempre funciona. Y el que proyecta Punset habla del “autocontrol para hacernos crecer”. Se trata de un experimento con un grupo de niños que entran individualmente a una habitación y a los que sientan ante un plato con una nube. Tenían que “resistirse a la tentación” y, a cambio, recibirían ración doble. El Teatro Apolo de Barcelona es incapaz de contener la risa ante las muecas de los niños y sus tiernos fracasos por evitar comerse la golosina. Al final, sólo uno lo consigue y se lleva los aplausos del público.

 

Poses poderosas

Ahora el protagonista es el atleta jamaicano Usain Bolt, que posa con los brazos en alto. ¡Es la viva imagen del perfil del triunfador! Pero es mucho más que eso. Elsa Punset recoge el guante de la psicóloga social Amy Cuddy y le cuenta a su público cómo ganar confianza en sí mismos gracias “al poder del cuerpo sobre la mente”. Lo de Bolt es el ritual del ganador. Lo que no sabíamos es que “si colocamos los brazos en alto unos dos minutos”, se produce “una tormenta química”, cuenta Punset. “La testosterona sube un 20% y baja el cortisol.” Y al contrario, esas personas que se pasan el día con el ceño fruncido sufren “un desgaste físico”. De hecho, cuentan que las personas que se han puesto bótox no tienen ese problema. Ya lo saben. ¡Sonrían, levanten los brazos y ahorren para el entrecejo!

 

El bote de la felicidad

Elsa Punset anima a seguir los pasos de la escritora Elizabeth Gilbert, autora de Come, reza, ama, quien encontró la solución para almacenar recuerdos positivos y estimulantes. “Cogió un bote transparente y cada noche escribía en pequeños papeles los dos o tres momentos de felicidad del día.” Así en poco tiempo, “podréis comprobar cuánta felicidad hay en vuestra vida”. ¡Una gran idea para valorar todo bueno lo que tenemos!

 

La amistad, termómetro de la salud

Se acerca el final del primer encuentro de Motivadores Tour de Banco Mediolanum. Y después de una charla sobre la inteligencia emocional, el autocontrol, las cebras y las poses poderosas, Punset aconseja que nuestra felicidad pasa por estar bien rodeado. “A los cincuenta, el colesterol no es el indicador de cómo envejecemos.” En realidad, “las relaciones humanas de calidad predicen nuestra salud física y mental”.

Y como prueba de amistad… “¡Atención! ¿Podéis poneros de pie? —espeta Elsa—. Ahora daréis un masaje al compañero de al lado. —Risas—. Muy bien, ahora al otro lado.” Más felicidad colectiva. ¿Se puede pedir más de un evento de coaching? Señora Punset: ¡la charla ha sido un éxito!