Las finanzas personales siguen siendo la asignatura pendiente en nuestro país. A no ser que un joven opte por una carrera de la rama económica, el tiempo que se dedica en la enseñanza secundaria a que los niños, próximos ciudadanos adultos de pleno derecho que sostendrán la economía del futuro, conozcan lo más básico sobre economía personal y doméstica es aún muy escaso. Por este motivo, Banco Mediolanum se sumó a la iniciativa “Tus finanzas, tu Futuro”, promovida por la Asociación Española de Banca, con el objetivo de complementar su formación.
Para conocer cómo se desarrolló esta labor, contamos con el testimonio de varios Family Bankers, los cuales han sido formadores de chavales de entre 12 y 16 años, en varios colegios de España. Todos coinciden en algo: ha sido una experiencia especial e inolvidable.
Una metodología de enseñanza atractiva
Hugo Fernández, Family Banker de Pontevedra, nos cuenta: “las sesiones formativas duraron 3 días y contaban con un contenido que iba desde saber qué es un presupuesto y por qué es importante hacerlo, pasando por el concepto del ahorro necesario, el consumo responsable, hasta un apartado especial sobre cómo obtener financiación para nuestras necesidades”.
Dada la dificultad que a priori pueden tener todos estos conceptos, los contenidos fueron adaptados al perfil de los alumnos para poder explicarlos de manera sencilla, con ejemplos hechos a su medida. “De este modo, los niños no perdían interés, te preguntaban dudas y se implicaban con mayor facilidad”, aclara Cristina Alonso, Family Banker de Sevilla.
“Haber tenido esta formación, en un futuro, marcará la diferencia”
“El grupo de alumnos que me tocó fue muy receptivo. Gracias a que el programa es sencillo, fue posible poner como ejemplo el día a día que viven ellos: su paga, su presupuesto semanal”, destaca Fernando Juárez, Family Banker de Madrid.
Una experiencia enriquecedora
“Durante las jornadas formativas, se utilizó la técnica del roleplay para que, con un ejercicio que les tocara de cerca, los alumnos pudieran hacer sus propios cálculos y entender lo que significa una buena gestión de las finanzas personales”, nos explica José Gimeno, Family Banker en Valencia. Y añade: “Cuando les pones un ejercicio en el que tienen que planificar un imprevisto, como la avería de su smartphone, algo que les motiva, ves cómo se dan cuenta de que lo que les estamos enseñando sí es útil. Comprenden, cuando hacen números y ven todo lo que sus padres tienen que pagar, que a lo mejor el derroche y el capricho no son tan buena idea cuando no hay presupuesto para poder costearlo”.
La experiencia de estar en compañía de niños fue todo un reto para estos profesionales. “Yo estaba muy nervioso. Estoy acostumbrado a hablar en público con mi equipo de siempre o a mis clientes, con los que ya tengo relación. Pero enfrentarte a chicos entre los doce y los dieciséis años… es salir de tu zona de confort. ¡Pero me ha encantado!”, asegura Fernando.
Las finanzas personales, un tema desconocido para los jóvenes
Juan, Family Banker en Cataluña, ha quedado asombrado por la capacidad de muchos alumnos a la hora de captar los conceptos que se les planteó. “Por eso creo que este tipo de formación debería ser extensiva en los planes formativos actuales, aprovechando que cuando eres niño, absorbes conocimientos como una esponja”.
“Algunos alumnos hasta se han planteado la profesión de asesor financiero”Por su parte, Cristina nos detalla: “En mi caso, me encontré con pocos alumnos que tuvieran unos mínimos conocimientos económicos. Hubo que explicarles los conceptos clave de forma progresiva. Curiosamente, aquellos que más les sonaban eran sobre créditos. Pero de ahorro… ¡no sabían casi nada!”. José, por su parte, profundiza en este aspecto: “Al menos, una gran parte de los niños a los que enseñé sí sabían lo poco recomendable que es pedir el primer crédito que ven por televisión, sin leer la letra pequeña. Lo importante es que, después de todo tu esfuerzo por intentar transmitirle el saber que necesitan para desenvolverse en un mañana próximo, consigues que tengan en cuenta la repercusión de las decisiones financieras que tendrán que tomar en unos años, como la de evitar endeudarse por banalidades, sopesar decisiones de consumo y buscar alternativas más competitivas cuando tengan que hacer un gasto”.
Hugo, por su parte, también se ha llevado una sensación parecida: “Haber tenido esta formación, en un futuro, marcará la diferencia. La diferencia entre tener una familia en serias dificultades económicas, perfil que venimos conociendo desgraciadamente desde hace ya diez años, a una que ha sabido calcular imprevistos. Es evidente que un cliente de banca bien formado tendrá mayores posibilidades de tomar decisiones financieras acertadas”.
Una conclusión unánime
Fernando sacó algo muy importante en claro de su labor en esos tres días: “Tras haber participado en “Tus finanzas tu Futuro” he sido plenamente consciente del agujero formativo que existe sobre un tema tan importante, dentro del plan de estudios que tenemos ahora mismo. Parece que la economía es ajena a los más pequeños, cuando realmente es algo que van a tener que conocer para estar preparados cuando tengan necesidades de ahorro y consumo como adultos”.
Sin duda alguna, la inversión de tiempo en enseñar a muchos niños que la economía es un tema que les toca de cerca tiene su recompensa. Como dice José: “Algunos alumnos hasta se han planteado la profesión de asesor financiero”. Y por su parte, Hugo matiza: “Creo que hemos cambiado la imagen del empleado serio sentado tras una ventanilla en traje y corbata, que era la idea que tenían de lo que era trabajar en banca. Además, han tomado conciencia de que lo que quieran ser el día de mañana va a determinar directamente su nivel de ahorro. Y es muy positivo que comiencen ya a reflexionar sobre su mañana”.