Fondos de inversión: cómo elegir entre arquitectura guiada vs abierta

Fondos de inversión: cómo elegir entre arquitectura guiada vs abierta

Una de las vías que tenemos los pequeños ahorradores para generar ingresos extra sin conocer las ‘manos invisibles’ que mueven los mercados son los fondos de inversión. Es decir, invertir en productos gestionados por expertos, y más en un escenario de paupérrimos rendimientos de los depósitos, presionados a la baja por la política del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, si nos decantamos por posicionar nuestro ahorro en fondos de inversión, ¿cómo elegimos los productos que más se adecúan a nuestras necesidades?

La respuesta a esta pregunta no es sencilla, ya que en Europa hay registrados más de 56.000 fondos de inversión, un universo mucho más amplio que el de las acciones. Hay productos de todo tipo de clases de activos, diferentes estilos de gestiones y diversas gestoras. Existe la opción de arquitectura abierta en varias entidades, que ofrecen al cliente la posibilidad de contratar sus fondos de inversión pero también vehículos de terceros. Sin embargo, parece casi imposible que un inversor no profesional, o incluso la mayoría de asesores, puedan discernir cuáles son los mejores fondos para cada persona. La solución no pasa por resignarse, sino por encontrar un equipo experto que facilite la tarea.

Ahora que están en todo lo alto las finales de la NBA, imaginemos que te nombran jefe de operaciones, como lo llaman allí, de alguno de los 30 equipos de la mejor liga de baloncesto del mundo. Toda una ciudad estaría pendiente de tus decisiones, ya que de ello dependerá tu futuro. Al otro lado del Atlántico, los clubes eligen en verano, por sorteo ponderado en función de la clasificación, dos jugadores jóvenes (universitarios o de ligas extranjeras) para reforzar sus plantillas.

Tenemos dos opciones: podemos guiarnos por los que más ‘ruido’ hayan hecho en los distintos medios locales, o contratar un equipo experto que analice las necesidades del equipo y las características de los jugadores que más se adecúen a ellas (desde su talento hasta su dureza mental o su profesionalidad dentro y fuera de la pista). Quizás si hubieran hecho esto, los ejecutivos de los Portland Trail Blazers de mediados de los ochenta no serían recordados por una de las peores decisiones de la historia del deporte, al dejar pasar a Michael Jordan en 1984 y a otros jugadores míticos como John Stockton o Charles Barkley. Seleccionaron antes a Sam Bowie, un pívot que en la universidad había acaparado muchas portadas, pero que nunca cuajó en la NBA.

“¿Cómo elegimos los productos que más se adecúan a nuestras necesidades?”

En el mundo de los fondos ocurre algo similar, pero de una forma mucho más agravada. La primera tentación es caer en el efecto retrovisor a la hora de invertir entre los 56.000 fondos de inversión posibles. Es decir, guiarnos por los productos que han mostrado mejor desempeño en los últimos años. ¡Pero las rentabilidades pasadas no aseguran las futuras!

 

Arquitectura guiada en los fondos de inversión

Como decíamos, la voluminosa oferta hace imposible analizar las características de todas las opciones disponibles. Así, podemos resignarnos a caer en el mencionado efecto retrovisor o dejar que entre en juego la arquitectura guiada.

Este es el objetivo de Mediolanum International Funds, basado en tres principios: centralidad del cliente, calidad de la inversión y excelencia en la ejecución. Es decir, poner el interés del cliente en el centro de la estrategia, seleccionando los mejores fondos posibles y con máxima eficiencia a la hora de proponer el producto para el ahorrador.

“Es casi imposible que un inversor no profesional pueda discernir cuáles son los mejores fondos para cada persona. La solución: encontrar a un equipo experto”

La gestora Medionalum International Funds analiza, solo en renta variable, más de 2.000 fondos de inversión para seleccionar hasta 40 productos. Para la selección se estudia al equipo gestor, con el que se habla periódicamente, se analizan sus decisiones y sus procesos de inversión y se examinan también los resultados de rentabilidad y volatilidad a lo largo del tiempo, para tener un alto nivel de conocimiento del fondo. ¡El objetivo es elegir a los mejores gestores!

Los productos escogidos son de gran tamaño, de al menos 500 millones de euros en patrimonio gestionado en la mayoría de casos. Así se crea el fondo Mediolanum Best Brands, dividido en 29 subfondos que son carteras construidas con ocho a diez fondos de inversión, con una alta diversificación.

Paralelamente al trabajo de la gestora, los Family Bankers de Mediolanum trabajan con los clientes para determinar los objetivos financieros de estos, fijando el horizonte temporal de la inversión y el perfil de riesgo. Después, la multitud de variantes que hay disponibles en Mediolanum Best Brands permite elegir la opción que más se adecúa a las necesidades del cliente, que está en constante contacto con el Family Banker, clave en el proceso para construir con él la planificación financiera. De esta forma, diferenciamos entre arquitectura abierta y arquitectura guiada. El objetivo es tener armas para escoger la mejor vía para invertir. Es decir… ¡no dejar escapar a Michael Jordan!